COFRADIA   DEL   STMO.  ECCE HOMO     Y  DE   NTRA.  SRA.  DE   LAS   ANGUSTIAS
Semana Santa de Zaragoza

nuestros instrumentos

UN INSTRUMENTO DIFERENTE DE LA SEMANA SANTA,
LA MATRACA
Desde su aparición como cofradía penitencial en 1948, la Cofradía del Santísimo Ecce-Homo y Ntra Sra. De las Angustias aporta dos características tradicionales de la Semana Santa aragonesa: el hábito de los terceroles y el uso de la matraca o doblera como instrumento musical litúrgico.
La matraca es un instrumento singular, formado por un tablero de madera de haya con un mango para sujetarlo y unos mazos que, al sacudirlos rítmicamente, producen un sonido muy característico, grave y acompasado de percusión en la madera. Las matracas pueden ser de muy distintas formas y tamaños: desde grandes matracas de campanario movidas por una manivela hasta las pequeñas tocadas con la mano por cada cofrade. No obstante, la variedad de instrumentos similares basados en el golpeo sobre la madera abarca otros muchos tipos.
MATRACA DE MANO

 

Las matracas pequeñas o de mano pueden llevar tres, dos y un solo mazo para golpear la tabla. En los primeros años de existencia de la Cofradía se utilizaron matracas de tres mazos, en la actualidad se usan de dos y un mazo.

Las matracas grandes o de campanario están formadas por grandes tablas o cajas huecas de madera que son golpeadas consecutivamente por múltiples mazos de gran tamaño, movidos a su vez por una manivela.

Antiguamente las matracas de mano se hacían sonar en los pueblos durante la Semana Santa, tanto en los Oficios (Jueves y Viernes Santo) dentro de las iglesias, como en las calles por los niños anunciando la Pasión y Muerte de Cristo; popularmente se conocía a estos instrumentos como "matajudíos. Asimismo, las matracas de campanario sustituían a las campanas cuyo sonido alegre debía enmudecer ante la solemnidad de esos momentos. Algunas de estas grandes matracas de campanario aún subsisten hoy en día en diversas iglesias repartidas por toda la geografía aragonesa y española, si bien en estado de abandono la mayoría, como en la Catedral de Roda de Isábena, en la iglesia de San Pablo de Zaragoza, etc.

La cofradía del Ecce-Homo ha recuperado recientemente esta tradición y hace sonar sus dos matracas grandes desde la torre de la iglesia de San Felipe, para anunciar los Oficios del Jueves Santo y del Viernes Santo.

La historia de este peculiar instrumento es curiosa e interesante. Se supone que el origen de la gran mayoría de instrumentos de percusión de la madera se encuentra en las civilizaciones y culturas del Extremo Oriente así como en zonas de África. En época muy antigua instrumentos muy semejantes a las matracas y a las carracas se fabricaban y tocaban en la India, en Indonesia, en China e incluso en el oeste de África.

En estas regiones y países no tenían, al parecer, costumbre de utilizar campanas en épocas primitivas, todo parece indicar que estaban prohibidas ya fuera por razones religiosas ya fuera por otro tipo de motivos. El caso es que diseñaban instrumentos basados en golpear con tablillas o lengüetas o mazos sobre la madera. Por este motivo la variedad de instrumentos de percusión de madera es amplísima en estas culturas, antes y ahora.

Es muy probable que la llegada de la matraca y otros instrumentos similares llegase a Europa a través de España gracias a la civilización árabe puesto que en su época de mayor esplendor se expandieron por la península ibérica, es sabida también la afortunada característica de los árabes de ser transmisores de muchas cosas de unos pueblos a otros. Esto quedaría confirmado por el hecho de que la palabra matraca proviene del árabe "mitraqa" que podríamos traducir por martillo.

La matraca se adaptó bien en la Europa medieval: durante mucho tiempo se utilizó, por ejemplo, en Alsacia y en Alemania, donde hacía las veces de carillón durante la Semana Santa; también apareció en los monasterios cristiano-ortodoxos.

Por otra parte, la matraca y otros instrumentos parejos constituían un medio para identificar a los mendigos o a los que desempeñaban ciertos oficios ambulantes, y forma parte del folklore infantil en numerosos países de la Europa central y mediterránea como acompañamiento en las fiestas populares. También en iberoamérica podemos encontrar numerosos ejemplares de matracas de campanario. Por último cabe resaltar que matracas y carracas han sido empleadas por afamados compositores en algunas obras musicales: encontramos sus sonidos en La victoria de Wellington de L. Van Beethoven (imitando disparos), en la Sinfonia de los juguetes de J. Haydn, en El niño y los sortilegios de M. Ravel o en Don Quijote de R. Strauss.

Finalmente cabe señalar que la Cofradía del Santísimo Ecce-Homo ha creado y adaptado un número variado de toques para sus matracas pequeñas y grandes, con los que acompaña en procesión a la talla del Ecce-Homo de la parroquia de San Felipe, realzando su peregrinar en el Miércoles Santo y en la procesión del Santo Entierro de Zaragoza. Estos toques varían en duración y en ritmo, sea lento o cadencioso.

 

NUESTRO NUEVO INSTRUMENTO, LA TIMBALETA

Desde este año 2016, la Cofradía a decidido sacar a la calle, acompañando a las matracas, varias timbaletas.

 

Fue hace ya tres años cuando las timbaletas de la Cofradía de las Siete Palabras y San Juan Evangelista, comenzaron a acompañarnos en nuestro Vía Crucis del Miércoles Santo, por las calles del Arrabal. Se crearon varios toques conjuntos, que fueron del agrado de los hermanos de la Cofradía.

De esta forma se decidió que esas timbaletas fueran tocadas por hermanos de nuestra Cofradía.
Desde la Semana Santa del año 2017, son varios hermanos de nuestra Cofradía los que tocan las timbaletas.

Eso si, siempre, teniendo a nuestras matracas como el instrumento característico y que bajo ningún concepto queremos abandonar.

 
 
 
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